Aunque a la hora de tomar la
decisión, los puntos fundamentales a tomar en cuenta son la experiencia y
las recomendaciones, el perfil ideal suele ser un profesional con
especialización en administración de edificios y condominios o en áreas
afines como la administración de empresas, derecho o ingeniería. También
debe poseer conocimientos sobre las leyes relacionadas a este tipo de
viviendas. A su vez, las cualidades personales ideales son el orden,
excelentes habilidades de comunicación y también debe inspirar confianza
y cercanía.
Además, un buen administrador tiene que estar conectado con las nuevas tecnologías para facilitar tareas del día a día, poder llevar un registro digital de toda la información que lo requiera y en caso de ser necesario, poder manejar un software administrativo que le permita tener mayor control de todas sus funciones dentro de la comunidad, ordenar todo tipo de pagos, gestionar su rol dentro del condominio en línea, dejando así un registro al que pueda acceder el comité (e incluso en algunos casos los propietarios) en cualquier momento.
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